El martes echó el cierre la 60º
edición de las Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) en la que
41 diseñadores y marcas han presentado sobre la pasarela madrileña sus
propuestas para la Primavera/Verano 2015.
La Semana de la Moda de Madrid
dice adiós hasta el próximo febrero dejando un sabor agridulce, con unas colecciones
que, en su mayoría, no han aportado grandes novedades o destellos de
creatividad y valentía. Unas colecciones que, en definitiva, reclaman su lugar en los escaparates y las calles de las ciudades. Unos diseños que, ante todo, buscan vender.
De arriba a abajo, y de izquierda a derecha, los diseños de Amaya Arzuaga, Alvarno, Ailanto, Ulises Mérida, Teresa Helbig, Moisés Nieto, Miguel Palacio, Juan Vidal, Etxeberría, Leyre Valiente, Juanjo Oliva y Juana Martín / Fuente: YoDona |
Entre las excepciones a destacar
están la propuesta de Etxeberría,
con su primera colección femenina, y las colecciones de los debutantes Leyre Valiente, Ulises Mérida y Alvarno. Ésta última, firma
regentada por Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, ha firmado un brillante debut
sobre la pasarela madrileña alzándose con el premio L'Oreal a la Mejor Colección.
Este reconocimiento supone la confirmación de que la moda española precisa de
savia nueva y que hay una magnífica cantera de jóvenes creadores dispuestos a
tomar el relevo.
En cuanto a las tendencias para la próxima primavera-verano emanadas del diseño made in Spain, la conclusión tras lo visto en los desfiles es un "todo vale". Con la excepción del predominio del blanco, abarcando diferentes tonalidades desde el roto al nuclear, hemos visto siluetas slim en contraste con acabados oversize, diseños futuristas frente a reminiscencias de los años setenta, cortos mínimos y largos infinitos, colores lisos que responden al estallido de los estampados, y cortes minimal que reclaman su sencillez ante los volúmenes de otros modelos. Lo dicho, hay que vender y, por lo tanto, hay que adaptarse a todos los gustos.
En cuanto a las tendencias para la próxima primavera-verano emanadas del diseño made in Spain, la conclusión tras lo visto en los desfiles es un "todo vale". Con la excepción del predominio del blanco, abarcando diferentes tonalidades desde el roto al nuclear, hemos visto siluetas slim en contraste con acabados oversize, diseños futuristas frente a reminiscencias de los años setenta, cortos mínimos y largos infinitos, colores lisos que responden al estallido de los estampados, y cortes minimal que reclaman su sencillez ante los volúmenes de otros modelos. Lo dicho, hay que vender y, por lo tanto, hay que adaptarse a todos los gustos.
Encontraréis un resumen gráfico de la MBFWM en nuestro Pinterest.
mrg
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