En ocasiones, la expectación por el inicio de las
vacaciones queda mermada por la tediosa y frustrante tarea de preparar la
maleta. La respuesta a la pregunta qué me llevo suele venir cargada de muchos
"esto lo necesito", algunos "y si" y unos cuantos "por
si acaso" que dan como resultado una maleta repleta de prendas, que a veces
ni siquiera cierra -uf, ¡qué estrés!-, pone en
peligro la salud de nuestra espalda y que en el peor de los escenarios
nos obliga a hacer un desembolso no deseado en la facturación del aeropuerto.
Fuente: mylittleparis |
Es una situación familiar para muchos de nosotros y
a la que nos vemos abocados en cada escapada, cometiendo los mismos fallos y
lamentando los mismos errores a la espera de que la próxima vez seremos más
prácticos, más racionales y, sí, esta vez sí, seguiremos unas sencillas pautas
para preparar el equipaje perfecto.
Llevar lo imprescindible y aprovechar al máximo el
espacio disponible es la meta. Antes de iniciar la marcha hay que
responder a cuatro preguntas: ¿Dónde voy? ¿Cuál es la previsión del tiempo?
¿Cuántos días voy a estar? y ¿Qué voy a hacer allí?
Una vez definidos estos puntos, hay otro factor que
determinará el resultado de nuestro equipaje y que no es otro que el medio de
transporte. Si nos desplazamos en coche tenemos más flexibilidad a la hora de
preparar las maletas e incluso está permitido algún que otro "por si
acaso". Sin embargo, ante un traslado en tren o en avión se impone la máxima de lo práctico para evitar cargarnos en exceso o pagar por el
sobrepeso. El transporte también nos da la pauta para elegir el tipo de
maleta -dura, blanda o semiblanda-. Las maletas duras y semiblandas son la
mejor opción para el tren y el avión al ser más resistentes y proteger mejor su
contenido. Si es el caso, se recomienda optar por diseños con el interior
sin forrar para no añadir peso de más a la maleta.
Con esto aclarado llega el momento de empezar a
hacer la maleta. Ante todo, y a no ser que seáis auténticos expertos, no preparéis el equipaje en el último momento. Las prisas son el peor enemigo de la
organización y la planificación. Así que tomaros vuestro tiempo para decidir qué
necesitáis llevaros realmente y haced una lista detallada con todo.
Una forma original de preparar y organizar el equipaje / Fuente: underconsideration.com |
Los expertos recomiendan llevar una maleta y una bolsa de mano para distribuir bien la ropa, el aseo, los zapatos,
bolsos, complementos, otros accesorios y los gadgets tecnológicos (estos últimos siempre en el equipaje de mano). A la hora de escoger la ropa, lo más
práctico es optar por prendas y colores básicos que se puedan conjuntar entre
sí para generar diferentes outfits
jugando con los accesorios y complementos. Uno de los errores más frecuentes es
llevar demasiados bolsos y zapatos, ya que pesan mucho y ocupan espacio de más. Dos
pares de zapatos cómodos y dos bolsos básicos (uno de mayor tamaño y una
bandolera pequeña) son suficientes. Ya hemos alertado acerca de los peligros
del "por si acaso" al hacer la maleta, pero no está de más insistir
en ello, pues es otro de los errores más habituales.
La misma lógica debe ser aplicada a la bolsa de
aseo. Los productos en formato "tamaño viaje" (ojo con la normativa
de los aviones en el equipaje de mano) son un salvavidas ahorra-espacio, aunque en
función de la duración y el tipo de estancia, se pueden comprar en el destino para cargar menos la maleta. Los que viajan en avión deben ser precavidos e incluir en la bolsa de mano una muda de ropa, los
medicamentos y productos básicos de higiene como kit de emergencia en caso de que
la maleta no llega a la cinta de equipaje.
Jugando al
tetris
Y llega el momento de meterlo todo en la maleta. Hay
muchos trucos para lograr
encajarlo todo en un receptáculo tan pequeño como, por ejemplo, la regla 5-4-3-2-1 para viajar ligero en los vuelos low cost. Un poco de paciencia y visualizar lo que tenemos que
hacer nos ayudarán en nuestro objetivo.
Antes de empezar a guardar cosas, tenemos que
ponerlo todo encima de la cama. Si se dispone de tiempo, se aconseja planchar las prendas porque así ocupan menos espacio y llegarán en mejor estado
a su destino. Guardamos los zapatos en sus fundas, comprobamos que los botes de
champú, colonia, crema, etc, están bien cerrados (se pueden guardar en bolsitas
individuales dentro del neceser para más seguridad), y doblamos y abotonamos
correctamente las chaquetas, camisas y pantalones.
Fuente: hannahzakari |
Con todo listo, empezamos nuestro particular
tetris para encajarlo todo en su lugar siguiendo unos pasos muy sencillos. Los
zapatos y el neceser se colocan en el fondo de la maleta, ya que son lo más
pesan. Aprovechamos los huecos para los complementos como paraguas, cargadores,
cinturones, etc.
A continuación, se coloca la ropa de dormir, los vaqueros,
pantalones y faldas. Los pantalones se pueden enrollar para ahorrar espacio.
Seguidamente, es el turno de los jerseys y las rebecas (aunque el pronóstico
sea de buen tiempo, hay que llevar una prenda fina de manga larga). Para
terminar con las camisas (que se colocan enfrentadas y con el cuello hacia
arriba) y las camisetas, que también pueden guardarse enrolladas. Los espacios
restantes se destinarán al resto de complementos y a la ropa interior. Y
acordaros de dejar un hueco libre, en la maleta o en el equipaje de mano, por
si vais de shopping o traéis regalos de recuerdo.
Para terminar, dos consejos extra. Id un paso
por delante y si no vais a tener tiempo de deshacer la maleta una vez lleguéis
a vuestro destino, acordaros de poner en la parte de arriba las prendas que
vais a necesitar nada más llegar para tenerlas a mano. Y si al llegar las prendas se han arrugado, colocadlas en una percha en el cuarto
de baño cuando os duchéis y el vapor hará que desaparezcan.
Bon voyage!
mrg
Me ha encantado¡
ResponderEliminarQue bien me viene¡¡¡¡¡¡ Esta genial
ResponderEliminarEstaria bueno que alguien me haga el cuadrante!!! (creo que tardo mas en hacerlo que en preparar la maleta)Esta genial...
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