Uno de los recuerdos que tengo de mi bisabuela
Concha, que falleció en 2011 a los 110 años, es verla preparar, cuando yo era
pequeña, una mascarilla facial casera. Ponía a hervir leche entera y
retiraba cuidadosamente la nata que se formaba en la superficie, reservándola
en un plato. Luego, la metía en la nevera para que se enfriara y a continuación
le añadía zumo de limón. Cuando estaba lista, se ponía esta pasta untuosa en el
rostro. Era su remedio casero para blanquear el cutis. Su piel era estupenda, de una blancura casi transparente.
Fuente: herperfectblackdress |
Puede que sea por la crisis económica o por la
necesidad de pisar el freno en medio de esta vorágine en la que vivimos, pero
en los últimos años ha renacido el interés por la cosmética casera y los
remedios de belleza naturales. En Internet se pueden localizar foros y webs donde se comparten
trucos para eliminar rojeces en la piel, atenuar las ojeras, blanquear los
dientes o conseguir un cabello más brillante, mediante la mezcla de varios ingredientes de
la despensa de la cocina en un mortero.
Blanqueamiento
dental: 1. Triture una fresa madura y media
cucharilla de
bicarbonato 2. Aplique la mezcla en los dientes, deje
actuar cinco minutos y luego cepille los dientes / Fuente: picklee.com
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Yo misma, siguiendo una receta
localizada en Pinterest, utilizo desde hace
unos meses un nuevo exfoliante corporal a base de aceite de oliva y azúcar. Las
medidas de los ingredientes depende de la cantidad que quieras preparar. Me limito
a poner el azúcar en un cuenco y a añadir aceite de oliva hasta conseguir una
pasta fácil de manejar. Te lo pones en la ducha y lo aclaras con el agua. El
resultado es magnífico. No sólo exfolio mi piel con un método no agresivo (los
productos comerciales solían causarme rojeces y picor), sino que el aceite de oliva facilita la hidratación a la vez que eliminas las células
muertas, consiguiendo una piel sedosa y cuidada por un desembolso mínimo.
Contra las
ojeras: 1. Corte y machaque una ramita de menta 2. Aplique
las hojas machacadas en las ojeras, dejar
actuar 20 minutos y luego
aclarar / Fuente: picklee.com
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Esta vuelta a lo natural no debería sorprendernos.
El uso de las propiedades de las plantas y de los alimentos para elaborar los productos
de belleza está en la esencia misma de la historia de la cosmética y de los
rituales de higiene. Las civilizaciones griega y romana, y el
Antiguo Egipto sentaron las bases del uso de plantas, flores, miel, leche o aceite
de oliva como ingredientes principales en la elaboración de tratamientos de belleza naturales. Unas prácticas que se mantuvieron a lo largo de los siglos hasta la
introducción de los procesos químicos al final del siglo XIX y el desarrollo de
la industria de la cosmética a lo largo del siglo XX hasta nuestros días, en los
que la inversión en I+D+i de las grandes firmas de belleza sigue buscando la
fuente de la eterna juventud en el tocador[1].
Remedio para
el acné y las cicatrices: 1. Mezclar 1/3 taza de té blanco
caliente y 1/3 de
vinagre de sidra de manzana. Dejar enfriar 2. Utilizar
una bola de algodón para aplicar la
mezcla en el acné y en las
cicatrices, aclarar pasados 30 minutos. Esta mezcla
ayudará a
restaurar el equilibrio del PH, eliminará las impurezas y limpiará
los poros / Fuente: picklee.com
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Los motivos de esta vuelta hacia la cosmética
natural, se habla incluso de belleza ecológica, orgánica o sostenible[2],
son dispares. Podemos interpretarlo como una consecuencia de la crisis
económica que, ya sea por ahorro o por falta de presupuesto, favorece que la
cesta de la compra se convierta en fuente primaria de remedios cosméticos. Entre
los seguidores de esta cosmética "en verde" también están quienes consideran
que el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad de nuestro entorno es una
forma de entender la vida y ven en estos remedios naturales una vía para reducir costes,
contaminación y la exposición a elementos químicos potencialmente tóxicos. Y
también hay quienes descantados con los productos de la industria buscan en lo
natural la solución definitiva a sus necesidades estéticas.
Lo cierto es que el interés por los remedios
naturales y el uso de los mismos van en aumento, más allá de una moda pasajera. La mejor prueba de ello es que las propias firmas de alta cosmética y de
cosmética popular se han apuntado a la tendencia, con líneas de productos en
los que las etiquetas "bio", "ecológico" o
"ingredientes naturales" son el principal reclamo para captar a unas
consumidoras cada vez más preocupadas por la composición y la procedencia de lo que se ponen en
la piel.
Fuente: makeupandbeyond.com |
Por otro lado, la industria de la cosmética propiamente ecológica
está viviendo su particular edad dorada, tanto de la mano de firmas consagradas como Weleda o Santé,
como a través del desarrollo de nuevas marcas al albor de la diversificación de
los productos derivados de la agricultura tradicional. Es el caso, por ejemplo, de la empresa española Matarrania,
que elabora "cosméticos bio" con aceite de oliva.
Fuente: squidoo.com |
Básicos de
la despensa
Azúcar, yogur, aceite de oliva, de coco y de
almendras; bicarbonato, huevos, miel, mayonesa, leche, sal, fresas, limón,
pepino, aloe vera, manzanilla, té, romero, hinojo, aguacate o vinagre; son algunos de los alimentos y plantas más frecuentes en los preparados de belleza caseros.
Ya hemos hablado de las propiedades del azúcar como
exfoliante. El vinagre se utiliza, entre otras aplicaciones, para dar brillo al
cabello (y es muy eficaz como tratamiento para eliminar los piojos). Las
mascarillas con aceite de oliva, huevo o miel, y el aclarado con cerveza, son
otros remedios naturales para el cabello. El bicarbonato combate los picores
del cuero cabelludo y es un blanqueador dental natural. El pepino y la infusión fría de manzanilla tratan las bolsas y las ojeras. Mientras que la pulpa del
aloe vera, cultivado en la terraza de muchos hogares, hidrata la piel en
profundidad y alivia las quemaduras del sol. Por poner sólo algunos ejemplos.
La lista de ingredientes de cabecera para una sesión
de belleza en casa se completa con una visita a la herboristería. Aceite de
caléndula, de onagra o el tan venerado aceite de rosa mosqueta son tres de los
básicos que no deben faltar en el neceser de todo seguidor de la cosmética
ecológica.
Y como toque final, los tres hábitos naturales de
los que siempre hablan los nutricionistas, esteticistas y las celebrities: beber mucha agua, dormir un
mínimo de siete horas seguidas y una dieta en la que abunden la fruta fresca y
la verdura. Un trío imprescindible para una piel fresca y natural, y también para
un buen estado anímico, pues ya conocéis el tan trillado dicho: "la
belleza emana del interior".
mrg
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