martes, 21 de mayo de 2013

Nail it! o el imperio del esmalte

Fuente: femalefirst
En 2001, Leonard Lauder, presidente emérito de la compañía de cosméticos Estée Lauder, acuñó el término "Lipstick Index" (índice de la barra de labios) para definir un indicador económico según el cual la venta de labiales, concretamente de labiales rojos, se disparaba en época de crisis. Una tendencia que ya se había observado en el crack del 29 y en los periodos de guerra y posguerra del siglo XX. 

¿La explicación? En época de recesión, cuando la compra de artículos caros como ropa, perfumes o calzado se sale del presupuesto, las mujeres tienden a  adquirir productos de cosmética asequibles como medio para mejorar su autoestima. Así, la barra de labios se convirtió en la gran triunfadora económica de las recesiones de la historia reciente, cosméticamente hablando, pero este dominio llegó a su fin con el estallido de la crisis financiera en 2008 y el posterior periodo de recesión en el que seguimos inmersos.

Las tendencias cambian y donde entonces reinó el rouge labial ahora mandan los esmaltes de uñas. El fenómeno ha experimentado tal desarrollo en los últimos cinco años que los expertos se han apresurado a cambiar el término "Lipstick Index" por el más apropiado "Nail Polish Index" (el índice del esmalte de uñas). Los balances de cuentas ratifican el cambio en el trono cosmético. La venta de esmalte de uñas es el segmento de maquillaje que más ha crecido a nivel global en los últimos años. En España, los 5,3 millones de unidades vendidas en 2002 se duplicaron en 2010 y en 2011 se vendió un 11,3 por ciento más que en el año anterior[1]. El resto de países europeos presentan indicadores similares, mientras que en Estados Unidos la venta de lacas de uñas suma récords año tras año desde el comienzo de la recesión, con una facturación de 768 millones de dólares en 2012.

Fuente: nytimes
A la espera de la recuperación económica, que cada ejercicio se sitúa un año más tarde, el imperio de las lacas de uñas se mantiene en 2013. "Encabezando el crecimiento global por segundo año consecutivo, se espera que el esmalte de uñas mantenga su liderazgo entre los consumidores que buscan disfrutar de un poco de lujo en sus vidas", señala la consultora Euromonitor International, que sitúa a la laca de uñas como una de las cuatro tendencias de belleza de este año gracias a su identificación como "un producto de lujo asequible"[2].

Precisamente, esta característica de lujo asequible es la clave de que los esmaltes se hayan convertido en un producto cosmético de primera necesidad, elevado a categoría de complemento indispensable para cualquier outfit. Las manicuras realizadas en colores vibrantes, con combinaciones atrevidas y trabajos artísticos logran, a través de la colorterapia, un efecto terapéutico para mejorar el estado de ánimo en tiempos convulsos.

Más allá de su protagonismo en Instagram, donde las fotografías de nail art es uno de los temas más recurrentes, la fiebre por la manicura queda constatada por la proliferación de productos, técnicas y centros especializados en el cuidado de las uñas. Las multinacionales de la cosmética están aprovechando al máximo esta tendencia y en los últimos años han ampliado su catálogo de colores y composiciones para responder a las demandas del mercado y a su vez crear nuevas necesidades en el consumidor mediante el desarrollo de novedosas formas de manicura.

Esmalte pizarra de Ciaté
Fuente: Ciaté / Tratamiento: mrg

Las firmas especializadas Essie, Deborah Lippmann y OPI se han erigido como los referentes del arte del esmalte. La primera es la laca de cabecera de muchas celebrities y desembarcó en España hace un año de la mano de L'Oreal. La segunda marca tendencia con lacas de uñas inspiradas en actrices y cantantes, como Sarah Jessica Parker o Lady Gaga, o en la serie de televisión Girls. Mientras que OPI es el sello de referencia de la manicura profesional en salones de belleza.

Fuentes: realstyleetwork y chicandfree
Tratamiento: mrg
Junto a estas marcas, la cosmética popular también ha encontrado en el auge de la uñamanía a su nuevo El Dorado. Las perfumerías han multiplicado el número de expositores dedicados a los esmaltes y dentro de una misma marca se puede elegir entre los esmaltes tradicionales, con precios entre los cinco y diez euros; las colecciones de temporada, kits para hacerte el nail art en casa o una línea low cost con esmaltes por menos de dos euros, que son el paradigma del efecto anticrisis de este producto: fácil, bonito y barato.


Fuente: obaz / Trat: mrg
La uña como lienzo
La expresión circense "más difícil todavía" se traduce en término de esmaltes en el "más tendencia todavía". No basta con tener el último color de la temporada o conjuntar la ropa y las sandalias con la laca de uñas, el súmmum de la uñamanía está en hacer de la manicura un arte.

Uñas bicolor, dibujos geométricos, purpurina, dibujos o esmaltes efecto caviar son algunas de las tendencias de nail art a las que cada temporada se suman nuevas propuestas y técnicas. Por ejemplo, el último descubrimiento de Ciaté, responsable de la manicura caviar, para este año es el esmalte de pizarra que, tal y como suena, convierte las uñas en una pizarra sobre la que se puede escribir y garabatear.


Fuente: chicandfree / Trat: mrg
Las que quieran ir a la última sin arriesgar demasiado pueden optar por la nueva manicura francesa, la manicura al agua o el efecto de uñas croqueladas. Todas estas técnicas están disponibles en salones especializados, pero el mérito del nail art está en hacerlo una misma. En la red se pueden encontrar miles de tutoriales que enseñan cómo hacer cada diseño. También se puede acudir a blogs de belleza y a publicaciones especializadas para buscar inspiración y consejos. Y si aún así no se cuenta con la destreza suficiente, la solución son los esmaltes adhesivos, que se pegan a la uña, se cortan y liman para conseguir un resultado profesional.

Una vez esté lista la creación, queda un último paso: hacer una foto y colgarla en tu red social o en Nail Art Gallery, la web social donde sólo se comparten imágenes de manicuras.

mrg

1 comentario:

  1. Había notado la tendencia, pero no se me ocurrió asociarla con la economía. Muy interesante.

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