¿Fallas cada mes en el propósito de controlar tus gastos? ¿No consigues ahorrar? ¿El dinero se te va de las manos sin saber por qué? Si has contestado afirmativamente a estas preguntas, tenemos una solución. Se llama Kakebo y viene de Japón.
Fuente: cristobalfortunez |
Kakebo se presenta como la herramienta definitiva para llevar las cuentas de forma clara, gestionar el presupuesto y alcanzar esa utopía llamada ahorro. Mitad agenda, mitad libreta de cuentas, su nombre significa literalmente "libro de cuentas para la economía doméstica" en japonés y llega a España avalado por cien años de éxito en el país nipón, donde la primera periodista japonesa, Tomoko Hina, desarrolló en 1904 el sistema Kakebo para simplificar la gestión de la economía doméstica, creando un registro donde apuntar las compras, estudiar los hábitos de consumo y evitar el derroche.
Fuente: Blackie Books |
La versión española de Kakebo, publicada por Blackie Books, se presenta en una cuidada edición que propone una reflexión sobre el consumo partiendo de una sencilla premisa: tomar conciencia de adónde va a parar la mayor parte de nuestro dinero.
Pero, en un mundo donde existen cientos de aplicaciones para controlar y registrar el gasto diario, ¿qué tiene Kakebo de especial? Su principal acierto está en la sencillez de su propuesta, en la querencia que muchos siguen teniendo por el papel y, por supuesto, en su atractivo diseño, que te invita a recorrer cada una de sus páginas y a divertirte haciendo números. En este caso, la edición de Blackie Books, ilustrada por Cristóbal Fortúnez, se inspira en el cuento de los tres cerditos y el lobo.
La libreta distingue cuatro categorías de gasto: supervivencia (alimentación, farmacia, transporte, hipoteca, facturas de servicios...), ocio y vicio (bares, ropa, tabaco...), cultura y extras (viajes, regalos, imprevistos...). Al inicio de cada mes, se establecen unos objetivos, conforme a un primer análisis de ingresos, gastos y balance presupuestario. Cada jornada hay que apuntar los gastos en el apartado correspondiente. Y eso lo incluye todo: desde la compra del súper, a la caña en el bar o la lata de refresco de la máquina expendedora de la oficina.
Llegamos así al punto crítico de la experiencia Kakebo, que no es otro que el requisito de ser constante y honesto en el registro de cada desembolso. Sólo así tendremos una visión real de nuestra economía y podremos afrontar los propósitos citados al inicio de este artículo. A final de mes toca hacer balance y comprobar lo que hemos hecho bien y en qué debemos mejorar. Para facilitar la tarea, Kakebo incluye cuestionarios, resúmenes en gráficos e incluso un apartado donde anotar tus trucos para ahorrar, entre otras curiosidades.
Llegamos así al punto crítico de la experiencia Kakebo, que no es otro que el requisito de ser constante y honesto en el registro de cada desembolso. Sólo así tendremos una visión real de nuestra economía y podremos afrontar los propósitos citados al inicio de este artículo. A final de mes toca hacer balance y comprobar lo que hemos hecho bien y en qué debemos mejorar. Para facilitar la tarea, Kakebo incluye cuestionarios, resúmenes en gráficos e incluso un apartado donde anotar tus trucos para ahorrar, entre otras curiosidades.
Kakebo, de Blackie Books. Precio: 17,90 euros
mrg
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