Llega el
buen tiempo y lo primero que hacemos es el cambio de armario para
adaptar nuestro vestuario a la nueva estación. Tejidos más ligeros, una paleta
de colores vivos y vibrantes y accesorios divertidos que dan la bienvenida a jornadas más cálidas y luminosas, en las que el ocio y los momentos de
relax, poco a poco, le ganan minutos a la rutina, a las obligaciones y a las
responsabilidades.
Fuente: enfemenino |
La cuestión
es: si cambiamos nuestro armario con la llegada del buen tiempo, ¿por qué no
adaptar nuestra casa al clima veraniego? No se trata de hacer una
transformación completa, como ocurre en el guardarropa, sino de dar unos
pequeños toques a la decoración de la casa que denoten el cambio de biorritmos
propios del verano para que la expresión "vacaciones en casa"
adquiera un nuevo significado. Y es que aunque la propuesta de hoy es para todos,
está especialmente dirigida a los staycations -aquellos que se quedarán en casa este verano- con el ánimo de que las
vacaciones en el hogar sean más llevaderas.
Para
lograrlo no hace falta hacer un gran desembolso, sólo es necesario un poco de inventiva y de creatividad. Vuestros aliados en esta empresa están en
las tiendas económicas de muebles y decoración -y sí, todos estamos pensando en
la multinacional sueca-, en los bazares del barrio y en el periodo de rebajas.
Además, entre los principios de la decoración low cost debéis tener presentes dos conceptos clave: el reciclaje y el hazlo tú
mismo (do it yourself).
Hay muchos
proyectos y posibilidades para vestir la casa de verano. Desde almagra32, os damos diez ideas
que, juntas o por separado, contribuirán a que logréis ese cambio de aires en vuestra casa.
Fuente: pinterest |
1. Un toque de color. La paleta de colores es determinante para
transformar una casa y contribuir a los cambios en el estado de ánimo, evocando sensaciones muy concretas a través de la colorterapia. Optad
por colores intensos y vibrantes, que transmitan vitalidad, optimismo y
energía. El verde esmeralda -color de 2013, según Pantone- es una de las apuestas seguras este
año. El coral, el naranja, el amarillo fluorescente, el azul turquesa y el
fucsia, son otros de los colores presentes en los muestrarios de este verano.
Hay que tener cuidado de no abusar de este tipo de tonos, porque a la larga
pueden cansar. Por ello, los interioristas recomiendan usarlos en pequeños
detalles y accesorios sobre fondos más neutros para que destaquen más y creen
un punto de luz en la estancia. Unas cortinas nuevas, cambiar los cojines del
sofá o un jarrón, son algunos ejemplos para conseguir el efecto deseado. Además
de los colores lisos, este verano están de moda los estampados, que copian las
tendencias del vestuario con el uso de las rayas, las flores, los lunares, el
estampado damero y otras combinaciones geométricas, sin olvidar el toque
tribal.
2. Juega con los textiles. Ya hemos señalado que unas cortinas o unos
cojines nuevos pueden dar vida a una habitación. El uso de los textiles
es, quizás, la forma más efectiva y económica de darle un aspecto novedoso a
una estancia. Es aconsejable utilizar telas acordes con la estación como el lino, el algodón o
el visillo. Si sois mañosos con la máquina de coser, conseguiréis un ahorro
extra. Visitad la sección de retales de las tiendas de telas para conseguir el
mejor precio y cambiar las cortinas, los cojines y la mantelería de casa.
Empezad haciendo cambios por la habitación donde paséis más tiempo y así progresivamente hasta completar toda la vivienda.
Fuente: handa |
3. Recicla, reinventa y crea. Insistimos en que el secreto de la decoración
low cost está en la inventiva y la
creatividad, y eso, en tiempos de crisis, significa hacer uso de dos de las
tres erres (recicla, reduce, reutiliza). Para los proyectos de decoración nos quedamos
con recicla y reutiliza. Una de las tendencias de los últimos
años se basa en hacer tus propios muebles u objetos decorativos a base de
objetos reciclados como palés y cajas de madera o de plástico destinadas al
transporte de botellas de vino, de fruta o de verdura. Unas pocas herramientas
y unos botes de barniz o de pintura bastan para dar una nueva vida a estos
objetos en forma de mesas de centro, mesas auxiliares, estanterías o archivadores. Otra posibilidad es reutilizar objetos que
ya tenemos en casa y que han quedado en el olvido en el fondo de un armario.
Son esos accesorios de decoración que creemos que pasaron de moda, ese souvenir del que nos arrepentimos o ese
regalo que no nos gustó, pero no pudimos devolver. Un bote de laca en el color
que mejor combine con la estancia, pintamos la pieza y voilá: un objeto de decoración actualizado.
4. Nueva vida para el menaje. Una alacena sin puertas o un estante en el
que se alinean tazas, jarras y teteras de colores son un modo sencillo de
cambiar el aspecto de la cocina. Si la vajilla y el resto de menaje son en
colores claros o neutros, el cambio de look se puede conseguir forrando el
mueble con papel adhesivo con un estampado colorido o dándole una capa de
pintura a la alacena. Otra idea de los interioristas para esta temporada es utilizar
los platos como elemento decorativo como si fueran cuadros o espejos. Si os
gusta la idea, la solución más económica y a prueba de roturas, son los platos
realizados en melamina -que no pesan ni se rompen- con motivos vegetales y
vivos paisajes. Combinad bien los colores y jugad con el tamaño de los platos
para conseguir una composición apta para la cocina y para el salón.
Fuente: indulgy |
5. Do it
yourself (Hazlo tú mismo). Muchas
de las ideas expuestas ya remiten a este concepto, pero su importancia le hace
merecedor de un apartado propio. La crisis
económica y de la reducción de presupuesto en la mayoría de los hogares han puesto a trabajar la inventiva y la destreza de muchos de nosotros. Si antes
íbamos directamente a una tienda a comprar lo que queríamos, ahora nos afanamos
en hacer las cosas por nosotros mismos con la ayuda de Internet y de los miles de tutoriales que
podemos encontrar en la red para customizar, construir y restaurar
prácticamente cualquier cosa. Ahorro, aprendizaje y una nueva forma de ocio en un solo gesto.
6. El libro es protagonista. Los amantes
de los libros sabemos que estos y las estanterías que los acogen son dos
elementos inherentes a la decoración de la casa. Colocar en un sitio destacado
las lecturas propicias para el verano, disponer una estantería vertical que
rompa con la geometría de una estancia y solucione la falta de espacio en la librería,
colocar libros de arte y fotografía en la mesa de centro del salón o disponer
nuestros títulos favoritos en los estantes a modo de exposición, son algunos ejemplos del uso decorativo de los libros. Luego, claro
está, hay que leerlos.
Fuente: capelladecoracion |
7. Pequeños detalles. Un jarrón, una caja de madera, una nueva
pantalla para la lámpara, un cuenco con las conchas recogidas en nuestras
escapadas a la playa, un móvil de cristales junto a la ventana para crear un
juego de luces, un espejo colocado estratégicamente para dar más profundidad a
la habitación. La diferencia reside en los pequeños detalles.
8. Galería de arte privada. Los cuadros y los marcos de fotos son otro
elemento decorativo básico que puede dar mucho juego en el cambio de una casa.
Además de echar mano del álbum familiar, podéis poner en marcha vuestro ingenio
y creatividad para componer un collage de imágenes, o enmarcar las postales
coleccionadas durante vuestros viajes, la portada de una revista que os guste,
las viñetas de un cómic y sí, laminas que reproducen obras de arte. Apostad,
ante todo, por el toque personal y jugad con el tamaño y el material de los
marcos para romper la geometría de la composición. Una idea apta para todas las dependencias
de la casa.
9. Dilo con flores (y con plantas). El verdor de las plantas y el colorido de
las flores van de la mano con la llegada del buen tiempo y son un comodín en el
cambio veraniego del hogar. Un jarrón con flores colocado estratégicamente en
la entrada de casa, en el salón o en una esquina de la mesa de trabajo, dará
vida a la habitación. Ni las olas de calor ni el aire acondicionado son amigos de
las flores frescas, por lo que la alternativa más sensata (y económica) son las flores artificiales.
Si las colocáis en un jarrón transparente, ponedles agua para conseguir un
resultado más natural. Y no olvidéis de usar plantas -éstas de verdad- para
oxigenar y dar color a vuestra casa. En el balcón, en el salón y en la cocina
-con las aromáticas- podéis conseguir un extra en decoración utilizando macetas
con texturas y de colores.
Fuente: goodhousekeeping |
10. Entre el vinilo y el papel. El verano es la estación más adecuada para
pintar la casa porque la pintura seca antes y la ausencia de lluvias evita los
problemas de humedad. Podéis cambiar el color de las habitaciones o simplemente
dar una capa de pintura blanca para iluminar la estancia. Desde hace unos años,
las propuestas en decoración se decantan por la colocación de vinilos en las
paredes. Son fáciles de colocar, se pueden reutilizar y son baratos. Además,
hay diseños temáticos para utilizarlos en la cocina, el baño, el
cuarto de los niños o en las puertas. Y si queréis añadir un plus a la
decoración de las paredes, lo último es empapelarlas con papel o telas. Al
igual que hemos señalado en el apartado de los colores, en este caso el exceso
puede ser un error. Lo recomendable es combinar el papel con la pintura de la
habitación y colocar el papel sólo en una de las cuatro paredes. Por ejemplo,
en la zona de comedor del salón o a modo de cabecero en el dormitorio.
mrg
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