Continuamos con la segunda parte de las propuestas para la agenda de los pequeños durante las vacaciones de verano. Si hace unos
días, sentamos las bases para divertirse en la ciudad por muy poco dinero, hoy es el turno de las actividades que
podemos hacer sin salir de casa. Nuestro objetivo es, una vez más, aunar
diversión y aprendizaje con diez propuestas para realizar en familia o con
grupos de amigos. ¡Empezamos!
Fuente: danielfrost.co.uk |
Acampada en
el salón. Si no podéis ir a la montaña, traeros la montaña a casa. Montad
la tienda de campaña en el salón o cread una estructura con la mesa, las sillas
y unas sábanas. Equiparos con comida propia de acampada, linternas y un CD con
sonidos nocturnos de la naturaleza. Apagad las luces y que empiece la
diversión. No pueden faltar las historias de miedo.
Fiesta de
pijamas. Una variante de la acampada en el salón. Podéis poneros de
acuerdo con las familias de los amigos de vuestros hijos para organizar varias
fiestas de pijamas en diferentes casas a lo largo del verano, y así los padres -y
los abuelos- contarán con una noche sólo para ellos. Las fiestas de
pijamas se pueden organizar de diferentes formas, desde el formato clásico
-colchones en el suelo, chucherías y pelea de almohadas- a propuestas temáticas
con acampada en el jardín o en la azotea -en el caso de viviendas unifamiliares-,
noche de películas, gymkhana nocturna y así un largo etcétera.
Fuente: skinnymom / themoonblushbaker / foodepix / pinterest - Montaje: mrg |
Aprendices
de minichefs. Aprovechad el verano para introducir a los pequeños en el
arte de la cocina. Es una actividad divertida y entretenida, que fomenta su
creatividad y su independencia. Además de en verano, es perfecta cuando la
climatología u otras circunstancias nos impiden encontrar propuestas de ocio
fuera de casa durante el resto del año. Hay un amplio catálogo de recetas para niños, pero con
los minichefs, la apuesta segura está en la repostería: polos caseros, brochetas de
fruta, galletas, decorar cupcakes o
elaborar helados caseros, constituyen un buen punto de partida. Una vez preparado el banquete, compartid vuestras creaciones en una merienda especial con familiares y amigos.
Espíritu
artístico. En la misma línea que la cocina, las manualidades es otra de las
actividades más atractivas para los pequeños. No es necesario que los papás seáis
muy mañosos, pues en Internet encontrareis muchas referencias, webs y tutoriales para guiar a vuestros pequeños en suscreaciones. No olvidéis adaptar las manualidades en
función de la edad de los niños, de los recursos que tenéis en casa y
del presupuesto disponible para comprar materiales. Entre los diferentes
proyectos a emprender destacamos hacer figuritas de Origami; confeccionar un collage con
cartulinas de colores, fotografías o recortes de revistas; hacer un sello de
patata, pintar piedras, crear tu propia camiseta tie-dye, hacer diseños con
sal coloreada o pintar pasta de colores
para hacer collares y otros elementos decorativos.
Fuente: artesanio / kokokokids / charhadas - Montaje: mrg |
Club de
lectura. Es muy importante que
los niños no pierdan el hábito de lectura durante el verano, ya que lejos de la
obligación de la escuela no son pocos los que dejan de lado los libros durante
estos meses. Un buen medio para animarlos a leer es crear un
club de lectura familiar. Seleccionad varios títulos que podáis leer todos
juntos y reservar unas cuantas tardes para conversar sobre las lecturas. No
olvidéis que en las bibliotecas públicas tenéis a vuestra disposición cientos
de libros gratis.
Fuente: mamiteayudo |
Water Party.
Una solución refrescante para los días más calurosos. Pistolas y globos de
agua, manguera, regaderas, cubos y aspersores son las herramientas esenciales para
preparar una batalla de agua. Eso sí,
sólo apta para casas con patio, jardín o azotea, en viviendas unifamiliares o
en comunidades de vecinos muy comprensivas.
Un jardín
particular. Es la cara B de la actividad en el huerto urbano que os
planteamos en la primera parte de este post. Plantar flores en las jardineras de la terraza o empezar una
colección de plantas aromáticas para abastecer la cocina, son dos ejemplos para
iniciar a los niños en la jardinería. Además de sus posibilidades didácticas, os
sugerimos que los pequeños se hagan cargo del riego de las plantas para
enseñarles a ser responsables.
Juegos
reunidos. Puzzles, cartas y juegos de mesa son grandes aliados para llenar
las largas sobremesas de verano, especialmente cuando el sofocante calor te
impide poner un pie en la calle. Aprovecharlos para pasar un tiempo de calidad
en familia y evitad, en la medida de lo posible, tirar de ordenador y de
videoconsolas para entreteneros. Hay otras formas de divertirse.
Fuente: colostate |
Día de la
Ciencia. Los experimentos caseros son un buen
modo de despertar el interés por la ciencia en los niños. La clave para
captar su atención está en plantear las actividades sin que estas parezcan una
prolongación de las horas en la escuela. Prácticas químicas en la cocina, juegos
de luces, experimentos meteorológicos en la terraza o enigmas matemáticos, son
algunas de las propuestas que podéis encontrar aquí.
La vuelta al
mundo, desde casa. A la acampada casera sumamos una propuesta de viaje sin
movernos de casa. Gracias a Internet y a los recursos que podemos encontrar en
las bibliotecas públicas, tenéis la posibilidad de crear un recorrido por
cualquier país del mundo a través de su geografía, su idioma, sus obras de
arte, su literatura o su cocina, elaborando sus platos típicos en casa. Solo
queda que los niños escojan el destino.
Para terminar, una última recomendación. Animad a los pequeños, vosotros podéis ayudarles, a llevar un diario donde apunten todo lo que han hecho este verano, con detalles de las actividades, imágenes e impresiones. Así, cuando llegue la vuelta a la rutina escolar podrán mirar atrás y ver lo bien que han aprovechado las vacaciones.
mrg
¡Qué buenas ideas! Gracias.
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