lunes, 18 de noviembre de 2013

Moda en serie

¿Influye la televisión en la moda o influye la moda en la televisión? La disyuntiva en este caso es innecesaria porque ambas opciones son correctas. Desde los inicios de la televisión, la moda que aparece en la pequeña pantalla ha creado tendencia entre los espectadores, definiendo estilo, gustos y conductas de consumo, generación tras generación.

Los protagonistas de Mad Men han revitalizado la moda de los años cincuenta y sesenta / Fuente: AMC

Hay casos míticos como el look de las protagonistas de Los Ángeles de Charlie (ABC, 1976-1981) y la copiada melena de Farrah Fawcett o el "Rachel", el corte de pelo que lucía Jennifer Aniston en Friends (NBC, 1994-2004), uno de los peinados más demandados y copiados en la historia del cuidado capilar. Esta serie fue también una de las responsables del éxito de Custo Dalmau al otro lado del Atlántico, ya que otra de sus protagonistas, Phoebe (Lisa Kudrow), lucía las creaciones de Custo Barcelona en muchos episodios, popularizando los estampados psicodélicos del diseñador catalán en Estados Unidos y convirtiéndolo en uno de los nombres fijos de la Semana de la Moda de Nueva York.

Las cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York /
Fuente: whimsyworldwide
Estos son sólo tres muestras del largo idilio entre la moda y la televisión. Sin embargo, en la última década este "romance" ha alcanzado un nuevo nivel, especialmente a partir del fenómeno de Sexo en Nueva York (HBO, 1998-2004), que situó en a la moda como uno de los ejes principales de la serie, convirtiéndola en la quinta protagonista de la serie y entronando a su actriz principal Sarah Jessica Parker como icono de estilo, trendsetter y gurú de la moda. Sexo en Nueva York marcó el camino y desde entonces la moda ha evolucionado más rápido que nunca con cada nueva serie[1], que persigue convertirse en el nuevo referente de estilo.

Mad Men (AMC, 2007-), The Good Wife (CBS, 2009-), Gossip Girl (CW, 2007-2012) o Scandal (ABC, 2012-) son claros exponentes de cómo la televisión está marcando el rumbo de la moda en la actualidad y el peso que ésta está adquiriendo en las ficciones televisivas. Como señala el ensayo "La moda como nueva forma de valorización de las series de televisión"[2], "la cuestión del vestir no tiene que ver sólo con la funcionalidad relacionada a la ropa: es la totalidad del universo-moda que cada vez más se encuentra en la narración, apareciendo en la escena como el objeto de la narración misma". De este modo, continúa, "los elementos del vestir y la moda se incorporan y se vuelven relevantes cada vez más en las fiction televisivas, apuntalando toda la narración".

Olivia Pope (Kerry Washington en Scandal) se ha convertido en el
nuevo icono de la moda dentro y fuera de la pequeña pantalla /
Fuente: instyle
En este escenario, los responsables del vestuario de las producciones televisivas se han convertido en un valor en alza, estrellas por mérito propio, que han dejado a un lado la etiqueta de estilistas para convertirse en los auténticos referentes de lo que se lleva y cómo se lleva, influyendo en las estrellas, en los diseñadores y en los estudios de mercado. En este sentido, conviene tener en cuenta a Patricia Field (Sexo en Nueva York), Eric Daman (Gossip Girl) y Janie Bryant (Mad Men), principales hacedores de los cambios que hemos visto en las pasarelas y en las calles durante los últimos años. La primera es la responsable de los estilismos de Carrie, Charlotte, Samantha y Miranda, y de que "los manolos" se convirtieran en el objeto de deseo de millones de mujeres de todo el planeta. El segundo, convirtió el lujo y la ostentación de los jóvenes del Upper East Side de Nueva York en la principal influencia del mercado de la moda juvenil. Mientras que Bryant se esconde detrás de la revitalización del estilo lady para ellas y el traje sastre para ellos, con un ascendente vintage que inspiró la colección otoño-invierno de Michael Kors en 2008, perpetuando la fascinación por los inquilinos de la agencia publicitaria de la Avenida Maddison.

Las cuatro protagonistas de Girls son la brújula del estilo hipster y bohemio / Fuente: thedailybeast

La repercusión de la moda que vemos en la pequeña pantalla ha generado, incluso, un efecto "el día después", donde los estilistas analizan al detalle las elecciones de vestuario del episodio de Mad Men, The Good Wife, Pretty Little Liars (ABC, 2010-) o Girls (HBO, 2012-) emitido la noche anterior. Vanity Fair o In Style, son dos de las publicaciones norteamericanas que reservan un espacio en sus ediciones digitales a este ejercicio de análisis, que va más allá de la disección crítica y en el caso de In Style o de la revista People viene acompañado de enlaces y galerías de fotos con recomendaciones sobre cómo adaptar la prenda en cuestión a tu vestuario o dónde encontrar modelos parecidos a los vistos en pantalla a precios más terrenales. En España, en una línea similar, opera la web El armario de la tele, que comercializa las prendas que visten los presentadores y protagonistas de los programas y series de televisión de producción nacional que emiten Antena 3 y La Sexta.

La moda es la protagonista
La alianza entre los diseñadores y las productoras no sólo se limita al vestuario y al product placement (emplazamiento de producto con fines comerciales), sino que, en mayor o menor grado, ha elevado a la moda a protagonista y centro de la narración de muchas series, como apunta el citado ensayo. 

Downton Abbey (ITV 2010-) desató el furor por
la moda victoriana / Fuente: janeaustensworld
Rachel Green (Jennifer Aniston en Friends) tras una temporada como camarera consigue un trabajo como asistente de compras en Bloomingdale's (cadena de tiendas norteamericana), luego trabaja en Ralph Lauren  y termina la serie asistiendo a una entrevista para trabajar en Gucci. Las protagonistas de Sexo en Nueva York recitaban sus ácidos diálogos mientras se paseaban por tiendas de lujo de Nueva York y París o asistían a los desfiles de la Semana de la Moda de la Gran Manzana. En Gossip Girl, la madre de Blair Waldorf (Leighton Meester) es diseñadora de moda y los desfiles y las tiendas de lujo son una constante. Mientras que en Ugly Betty (ABC, 2006-2010), la trama se centra en la revista Mode (en clara referencia a Vogue) dando el pie a desfiles, sesiones fotográficas y una galería de estilismos.

Junto a estas propuestas, han llegado también series en las que la moda y más concretamente el comercio, la tienda en su esencia, es el elemento"it" de la ficción. Hablamos de las británicas The Paradise (BBC, 2012-), emitida en España como Galerías Paradise, que narra la historia de una joven dependienta en el departamento de moda de unos grandes almacenes a principios de siglo; y de Mr. Selfridge (ITV, 2013-), que cuenta la vida del fundador de los míticos almacenes londinenses Selfridges&Co. En ambos casos, las producciones cuentan con una cuidada puesta en escena y un esmerado diseño de vestuario. Siguiendo su estela, en enero llegará a nuestras pantallas la producción nacional Galerías Velvet (Antena 3). Ambientada en la España de los años cincuenta, la tienda es el escenario de la historia de amor entre Ana, costurera y dependienta, y Alberto, el hijo del dueño del establecimiento. Los responsables de la producción ya han avanzado que el vestuario es un elemento imprescindible de la puesta en escena de la trama. 
mrg

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