¿Influye la televisión en la moda o influye la moda
en la televisión? La disyuntiva en este caso es innecesaria porque ambas
opciones son correctas. Desde los inicios de la televisión, la moda que aparece
en la pequeña pantalla ha creado tendencia entre los espectadores, definiendo
estilo, gustos y conductas de consumo, generación tras generación.
Los protagonistas de Mad Men han revitalizado la moda de los años cincuenta y sesenta / Fuente: AMC |
Hay casos míticos como el look de las protagonistas de Los
Ángeles de Charlie (ABC, 1976-1981) y la copiada melena de Farrah Fawcett o el "Rachel",
el corte de pelo que lucía Jennifer Aniston en Friends (NBC, 1994-2004), uno de los peinados más demandados y
copiados en la historia del cuidado capilar. Esta serie fue también una de las
responsables del éxito de Custo Dalmau al otro lado del Atlántico, ya que otra
de sus protagonistas, Phoebe (Lisa Kudrow), lucía las creaciones de Custo Barcelona en muchos episodios, popularizando los estampados
psicodélicos del diseñador catalán en Estados Unidos y convirtiéndolo en uno de
los nombres fijos de la Semana de la Moda de Nueva York.
Las cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York / Fuente: whimsyworldwide |
Estos son sólo tres muestras del largo idilio entre la moda y la televisión. Sin embargo, en la última década este
"romance" ha alcanzado un nuevo nivel, especialmente a partir del
fenómeno de Sexo en Nueva York (HBO,
1998-2004), que situó en a la moda como uno de los ejes principales de la
serie, convirtiéndola en la quinta protagonista de la serie y entronando a su
actriz principal Sarah Jessica Parker como icono de estilo, trendsetter
y gurú de la moda. Sexo en Nueva York marcó el camino y desde entonces la moda ha evolucionado más rápido que nunca con cada nueva serie[1],
que persigue convertirse en el nuevo referente de estilo.
Mad Men
(AMC, 2007-), The Good Wife (CBS,
2009-), Gossip Girl (CW, 2007-2012) o
Scandal (ABC, 2012-) son claros
exponentes de cómo la televisión está marcando el rumbo de la moda en la
actualidad y el peso que ésta está adquiriendo en las ficciones televisivas.
Como señala el ensayo "La moda como nueva forma de valorización de las
series de televisión"[2],
"la cuestión del vestir no tiene que ver sólo con
la funcionalidad relacionada a la ropa: es la totalidad del universo-moda que
cada vez más se encuentra en la narración, apareciendo en la escena como el
objeto de la narración misma". De este modo, continúa, "los elementos
del vestir y la moda se incorporan y se vuelven relevantes cada vez más en las fiction televisivas, apuntalando toda la
narración".
Olivia Pope (Kerry Washington en Scandal) se ha convertido en el nuevo icono de la moda dentro y fuera de la pequeña pantalla / Fuente: instyle |
En este escenario, los responsables del vestuario
de las producciones televisivas se han convertido en un valor en alza,
estrellas por mérito propio, que han dejado a un lado la etiqueta de estilistas
para convertirse en los auténticos referentes de lo que se lleva y cómo se
lleva, influyendo en las estrellas, en los diseñadores y en los estudios de mercado.
En este sentido, conviene tener en cuenta a Patricia Field (Sexo en Nueva
York), Eric Daman (Gossip Girl) y Janie Bryant (Mad Men), principales hacedores
de los cambios que hemos visto en las pasarelas y en las calles durante los últimos
años. La primera es la responsable de los estilismos de Carrie, Charlotte,
Samantha y Miranda, y de que "los
manolos" se convirtieran en el objeto de deseo de millones de mujeres
de todo el planeta. El segundo, convirtió el lujo y la ostentación de los
jóvenes del Upper East Side de Nueva York en la principal influencia del
mercado de la moda juvenil. Mientras que Bryant se esconde detrás de la
revitalización del estilo lady para
ellas y el traje sastre para ellos, con un ascendente vintage que inspiró la colección otoño-invierno de Michael Kors en 2008, perpetuando la
fascinación por los inquilinos de la agencia publicitaria de la Avenida
Maddison.
Las cuatro protagonistas de Girls son la brújula del estilo hipster y bohemio / Fuente: thedailybeast |
La repercusión de la moda que vemos en la pequeña
pantalla ha generado, incluso, un efecto "el día después", donde los
estilistas analizan al detalle las elecciones de vestuario del episodio de Mad Men, The Good Wife, Pretty Little
Liars (ABC, 2010-) o Girls (HBO,
2012-) emitido la noche anterior. Vanity Fair o In Style,
son dos de las publicaciones norteamericanas que reservan un espacio en sus
ediciones digitales a este ejercicio de análisis, que va más allá de la
disección crítica y en el caso de In Style o de la revista People viene acompañado de enlaces y galerías
de fotos con recomendaciones sobre cómo adaptar la prenda en cuestión a tu
vestuario o dónde encontrar modelos parecidos a los vistos en pantalla a precios
más terrenales. En España, en una línea similar, opera la web El armario de la tele, que
comercializa las prendas que visten los presentadores y protagonistas de los
programas y series de televisión de producción nacional que emiten Antena 3 y
La Sexta.
La moda es la protagonista
La alianza entre los diseñadores y las productoras
no sólo se limita al vestuario y al product
placement (emplazamiento de producto con fines comerciales), sino que, en mayor o menor grado, ha
elevado a la moda a protagonista y centro de la narración de muchas series, como apunta el citado ensayo.
Downton Abbey (ITV 2010-) desató el furor por la moda victoriana / Fuente: janeaustensworld |
Rachel Green (Jennifer Aniston en Friends) tras una temporada como
camarera consigue un trabajo como asistente de compras en Bloomingdale's
(cadena de tiendas norteamericana), luego trabaja en Ralph Lauren y termina la serie asistiendo a una
entrevista para trabajar en Gucci. Las protagonistas de Sexo en Nueva York recitaban sus ácidos diálogos mientras se
paseaban por tiendas de lujo de Nueva York y París o asistían a los desfiles de la
Semana de la Moda de la Gran Manzana. En Gossip
Girl, la madre de Blair Waldorf (Leighton Meester) es diseñadora de moda y
los desfiles y las tiendas de lujo son una constante. Mientras que en Ugly Betty (ABC, 2006-2010), la trama se
centra en la revista Mode (en clara
referencia a Vogue) dando el pie a
desfiles, sesiones fotográficas y una galería de estilismos.
Junto a estas propuestas, han llegado también
series en las que la moda y más concretamente el comercio, la
tienda en su esencia, es el elemento"it" de la ficción. Hablamos de las británicas The Paradise (BBC, 2012-), emitida en
España como Galerías Paradise, que
narra la historia de una joven dependienta en el departamento de moda de unos
grandes almacenes a principios de siglo; y de Mr. Selfridge (ITV, 2013-), que cuenta la vida del fundador de los
míticos almacenes londinenses Selfridges&Co. En ambos casos, las
producciones cuentan con una cuidada puesta en escena y un esmerado diseño de
vestuario. Siguiendo su estela, en enero llegará a nuestras pantallas la producción nacional Galerías Velvet (Antena 3). Ambientada
en la España de los años cincuenta, la tienda es el escenario de la historia de
amor entre Ana, costurera y dependienta, y Alberto, el hijo del dueño del establecimiento. Los responsables de la producción ya han avanzado que el vestuario es un elemento imprescindible de la puesta
en escena de la trama.
mrg
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