Veganismo. ¿Habéis oído hablar de esta palabra
últimamente? Probablemente sí. El término copa los titulares de las últimas tendencias
al ritmo que esta filosofía gana adeptos. A saber, el veganismo es la práctica o
estilo de vida que consiste en abstenerse del consumo o uso de productos de
origen animal[1].
Fuente: vegnews |
Curiosamente fue una acción radicalmente opuesta a los
preceptos que defiende la que dio a conocer el veganismo a la opinión pública.
Muchos recordaréis la imagen. La mediática Lady Gaga luciendo un vestido realizado con carne cruda
en la gala de los Premios MTV 2010. La imagen dio la vuelta al mundo y desató
la furia de los defensores de los animales, con la asociación PETA a la cabeza, que afearon
la "ocurrencia" de la cantante y la situaron en un puesto destacado de la lista de enemigos
de los animales.
Entre los ríos de tinta que ocasionó el modelo de
Gaga y las respuestas de sus defensores y detractores se colaron las primeras
referencias al veganismo y, más concretamente, a la moda vegana. Hasta esa fecha
pocos habían oído hablar del término y aún hoy son muchos los que confunden
veganismo y vegetarianismo. Ambos estilos de vida, aunque hermanos en los principios de los que
parten, son diferentes. En palabras de Donald Watson, fundador de la Vegan Society: "el
veganismo es una forma de vida que excluye todas las formas de explotación y
crueldad hacia el reino animal, el de los seres sensibles. En la práctica se
aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y promueve alternativas para todas
las materias derivadas parcial o totalmente de animales". Así, mientras
que el vegetariano limita las restricciones de consumo de productos
provenientes de animales al ámbito alimentario, el vegano lo aplica a todos los
aspectos de su vida.
Livia Firth, promotora del Green Carpet Challenge, y Colin Firth.
Ella viste un diseño de Valentino realizado con tejidos reciclados
/ Fuente: telegraph.uk
|
Entre dichos aspectos se incluye la moda, que fue
la que, a raíz del atuendo de Lady Gaga, puso el foco sobre este movimiento. Y
de nuevo fueron las celebrities y otras personalidades públicas las que se erigieron
en portavoces de las virtudes de la moda vegana.
Actrices como Natalie Portman, Naomi Watts, Anne Hathaway o Alicia Silverstone
(una de las principales activistas del veganismo); la tenista
Venus Williams, la diseñadora Stella McCartney, empresarios como Biz Stone,
cofundador de Twitter; o el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, son algunos
de los veganos más populares.
Junto a ellos, Livia Firth, directora creativa de
Eco Age y esposa del actor Colin Firth, logró el espaldarazo mediático
definitivo al impulsar en 2010 el Green Carpet Challenge, que anima a los
profesionales del mundo del cine a vestir prendas de producción ecológica
y basadas en principios veganos en las alfombras rojas de las galas de premios
de la industria. Diseñadores como Tom Ford, Giorgio Armani o
Valentino acudieron a la llamada de las celebrities por consumir moda basada en
principios éticos y de sostenibilidad, e introdujeron en sus colecciones líneas veganas y "respetuosas".
Precisamente, este vinculo con los famosos y las
marcas de lujo es uno de los argumentos en contra de una práctica, el veganismo, que muchos
consideran demasiado exclusiva, demasiado cara y, por qué no decirlo, demasiado
excéntrica.
En qué
consiste
Aunque hay marcas con precios más accesibles, la
moda vegana es más cara que los productos que comercializan las grandes
industrias de producción textil. La razón de estos precios está en los
materiales que utiliza y en su proceso de elaboración. Por otro lado, la
mayoría de las firmas que confeccionan y venden moda vegana son pequeñas y
medianas empresas con un alcance de distribución limitado, lo que encarece aún
más el producto final. A lo que se suman los procesos de I+D+i (investigación,
desarrollo e innovación) para la creación de materiales veganos sostenibles y
respetuosos con el medio ambiente.
Y es que el cuidado del medio ambiente es otro de
los principios valedores de la moda vegana, según sus defensores, ya que los
materiales veganos eliminan de la ecuación los residuos tóxicos generados por
el tratamiento de los tejidos y materiales de origen animal. Además, los
veganos recuerdan que aunque en la obtención de dichos productos no muera
ningún animal, estos están sometidos a unas condiciones inhumanas para que
el producto rinda un mayor beneficio.
Sello de aprobación vegana de PETA |
Pero, ¿cómo saber si una prenda respeta los
principios veganos? Para empezar, el veganismo va más allá de no vestir pieles. Este movimiento veta la lana, el pelo, la piel,
las plumas, la seda, el ante y cualquier tejido en cuya fabricación haya
intervenido un animal, ya esté destinado al vestidor o a la decoración del hogar. Por
ello recomiendan mirar las etiquetas que especifican el material de cada prenda
y buscar tejidos veganos como el cuero vegetal (elaborado a partir de una
mezcla de caucho y algodón), cáñamo, lino, algodón orgánico, microfibras, acrílicos,
tejidos elaborados con productos reciclados como botellas, nylon o poliéster.
Camiseta de Vaute Couture con leyenda "ningún animal fue
dañado en la fabricación de esta camiseta" / Fuente: vautecouture
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No se trata, dicen, de cambiar todo el armario
sino de adoptar estos principios para las nuevas compras y de ahí en adelante
hasta contar con un vestidor vegano adaptado al presupuesto de cada uno.
Para lograrlo no es necesario que acudir a las grandes firmas, pues el interés por la moda vegana y el aumento de seguidores de este estilo de vida ha contribuido a la proliferación de tiendas y marcas cien por cien veganas que distribuyen ropa, calzado y complementos "cruelty free".
Una de las más conocidas es Vaute Couture,
que sustituye la "h" de Haute Couture (alta costura) por la
"v" de Vegan (vegano). Fundada en 2008 por la activista y ex modelo Leanne
Mai-Ly Higart, ha sido la primera marca vegana en desfilar sobre la pasarela de
la New York Fashion Week. Famosa por sus prendas de abrigo es una de las marcas
veganas "de firma" más accesibles para el bolsillo medio.
En el mercado nacional uno de los referentes es Ecotendencia, que proporciona
productos éticos y ecológicos, entre los que se incluye ropa y calzado vegano,
tanto a particulares como a otras tiendas. Por otro lado, Adolfo Domínguez ha sido una de las marcas pioneras en aliarse con esta tendencia con el lanzamiento de una colección de bolsos veganos.
Versión
"low cost"
Sabedoras de que la ropa ecológica es una
tendencia al alza, cada vez más demandada por sus clientes, las marcas "low
cost" se han sumado a la rebelión vegana, desarrollando colecciones cápsula
en verde. Un buen ejemplo es la línea Concious* de la cadena sueca
H&M, con prendas elaboradas con materiales sostenibles y de mayor duración
como el Tencel, el poliéster reciclado
o el algodón orgánico. Precisamente, el algodón orgánico es uno de los tejidos sostenibles
preferidos por las firmas "low cost" y está presente en las
propuestas de Zara o de Topshop, entre otras.
Nueva colección de la línea Concious* de H&M |
Junto con la introducción de tejidos veganos, estas
firmas también están revisando sus modelos de producción para reducir el
impacto en el medio ambiente. En este sentido, las cadenas del Grupo Inditex,
Mango, H&M, Marks&Spencer, Adidas, Nike o Puma, entre otras marcas, ya
se han sumado al proyecto Detox promovido
por Greenpeace para eliminar los compuestos perfluorados (PFCs) de sus procesos
de producción antes de 2020.
mrg
Hola,
ResponderEliminarSi bien es cierto que es un gusto conocer marcas que decidan apostar por la sostenibilidad ambiental en sus tejidos, no hay que olvidar que este concepto incluye también la sostenibilidad social como parte del equilibrio en el ecosistema al que todos pertenecemos.
Quiero decir con esto que muchas veces, las grandes marcas hacen alarde de utilizar materiales reciclados o libres de tóxicos, haciendo alarde de unos valores que parecen olvidar cuando deslocalizan sus fábricas a países donde la regulación ambiental y laboral es mucho más laxa, pareciendo que se comportan de forma responsable cuando no es así.
La creación textil abarca muchas fases, incluyendo muchas manos de por medio. Hacer una prenda sostenible, social y ambientalmente, es una tarea que requiere de mucho rigor durante todo el proceso para poder hacer una afirmación así, principalmente porque hay muchas marcas que sí cumplen con la responsabilidad que esto requiere y hacer un mal uso de los términos desvirtúa a quién sí hace su trabajo de moda correcta, ¿no?
Artículo buenísimo, escrito por la activista Lorena Ortiz
ResponderEliminarsí se puede
http://www.cuerpomente.com/ecologia/medio-ambiente/vive-nueva-moda-consciente-2_705