lunes, 17 de febrero de 2014

Violeta by Mango

Se cumple un mes del lanzamiento de la nueva línea Violeta by Mango y ha llegado el momento de evaluar la nueva propuesta de la firma textil catalana una vez conocemos todos los detalles de la colección y, hablo en primera persona, he tenido acceso a ella como consumidora. Pero antes, un poco de contexto.

Desfile de Violeta by Mango en la pasarela
080 Barcelona / Fuente: huffingtonpost
El pasado 10 de diciembre Mango anunciaba el futuro lanzamiento de Violeta, presentada como su nueva línea de moda joven de la talla 40 a la 52, e ilustrada con la foto de espaldas de una modelo curvilínea enfundada en un ajustado vestido de cóctel negro, que se alejaba bastante de los cánones de las maniquíes utilizadas por la firma hasta la fecha.

En menos de 24 horas la polémica estaba servida y se lanzaba una campaña de recogida de firmas exigiendo la retirada de una colección. Según su promotora Arantxa Calvera, "considerar la talla 40 como una talla grande es tener una visión totalmente distorsionada de la realidad"; "anuncios como estos son los que provocan miles de trastornos en todo el mundo de anorexia y bulimia"; y concluía: "miles de jóvenes se van a sentir atacadas e insultadas al ser consideradas tallas grandes". La iniciativa logró reunir 55.000 firmas, que Calvera entregó a los responsables de la marca textil.

Ante el revuelo generado en las redes sociales y el eco de la polémica en los medios de comunicación, Mango se vio obligada a emitir un comunicado en el que justificaba el lanzamiento de la colección con el objetivo de "cubrir una demanda existente en el mercado ofreciendo una colección de moda con una extensión de tallas hasta la 52". La firma explicaba: "lo que diferencia a dicha línea es el cuidado de los detalles técnicos patrón a patrón, talla a talla, así como la selección de materiales y tejidos de las prendas, que han sido confeccionadas para ser más confortables, cómodas, femeninas y actuales. La característica de esta línea es la personalización de la colección adaptándola a un nuevo público objetivo, habiendo trabajado en profundidad y con mucho esfuerzo el silueteado y el patrón de cada talla".


Es cierto que Mango nunca etiquetó Violeta como una línea de "tallas grandes" o "tallas especiales", pero también es verdad la mayoría lo entendimos así cuando tuvimos noticia del nuevo lanzamiento (recordemos que el Ministerio de Sanidad considera talla especial a partir de la 48). Ahora bien, como mujer que entra dentro del perfil curvilíneo al que se dirige esta colección, celebré la iniciativa de esta marca que, cuando la prenda ajusta, suele nutrir buena parte de mi ropero. "Al fin no me sentiré embutida en unos pantalones cuya cadera y cintura se ajustan a mi talla, pero que mantienen el patronaje para los muslos de una 40", pensé.

En mi opinión, la cuestión no es que se meta en un mismo paquete a una mujer que utiliza la 40 o 42 con otras que visten la 46 o 50. El problema es que las principales firmas textiles low cost, las de mayor número de ventas, ignoran a una gran parte de la población al limitar sus líneas de producción a la 42, con suerte a la 44. El problema es que los patronajes de las tallas no se ajustan a las medidas reales de la mujer y que dependiendo de la marca tu talla puede oscilar entre la 38 y la 42, o entre la 44 y la 48 (¿alguien se acuerda del tan publicitado estudio antropométrico que luego quedó en nada?). El problema es que hay mujeres que siguen interiorizando los mensajes lanzados por la sociedad, medios de comunicación y firmas textiles; y permiten que su autoestima dependa del número que marca la etiqueta de la prenda que llevan. A mí no me importa la talla, lo que me importa es tener acceso por igual a la ropa y que ésta me quede bien. Sin que se discrimine a la que necesita una XS o a la que tiene  una XXL.

La colección
Dicho esto, pasemos a hablar de la colección. Una de las claves de la propuesta está en el cuidado de modificar los patrones talla a talla -y no según la escala matemática habitual aplicada a la producción en cadena-, la selección de unos tejidos en los que prima el confort y en la apuesta por unos diseños adaptados a las tendencias vigentes.

El resultado son 400 prendas y accesorios ideados para una mujer romántica y femenina, práctica y moderna. La paleta de colores oscila entre la suavidad de tonos naturales y color pastel, los azules y el efecto rompedor del color block, el animal print y el estampado floral. Los tejidos suaves y vaporosos se adaptan al cuerpo según la ocasión, desde el oversize a las siluetas más ajustadas. La propuesta se completa con una línea propia de calzado, bolsos, bisutería y accesorios.

De momento, las prendas sólo se pueden adquirir vía online o en las tiendas propias abiertas el pasado 17 de enero en Sevilla, Marbella, Santiago y Barcelona, aunque la firma espera tener 100 establecimientos operativos antes de final de año.


Más allá de la polémica de las tallas, y tras adquirir algunos productos de la nueva línea, sí hay algunas críticas que hacer a Mango. En primer lugar, el precio, que en algunas prendas es bastante superior a la media del resto de colecciones de la marca. Es el caso, por ejemplo, de los vestidos, el calzado, las prendas de punto y de abrigo. 

En segundo lugar, la atención al cliente en la venta online. Si adquieres el producto por Internet, sólo puedes devolverlo o cambiarlo en una tienda propia de Violeta by Mango o por correo postal (lo mismo ocurre con Mango Kids). Teniendo en cuenta la escasez de establecimientos físicos, podrían permitir las devoluciones en las tiendas de Mango, ya que al fin y al cabo son la misma empresa. Por último, la firma liderada por Isak Andic debería tomar nota de los cambios de patronaje de Violeta y aplicarlo al resto de sus colecciones. Cuál fue mi sorpresa cuando adquirí unos vaqueros slim de Violeta by Mango en la misma talla que los que compro en Mango (a secas) y comprobé que me estaban un poco "anchos".

mrg


* Imágenes del cátalogo Violeta by Mango

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