Se cumple un mes del lanzamiento de la nueva línea Violeta by Mango y ha llegado
el momento de evaluar la nueva propuesta de la firma textil catalana una vez
conocemos todos los detalles de la colección y, hablo en primera persona,
he tenido acceso a ella como consumidora. Pero antes, un poco de contexto.
Desfile de Violeta by Mango en la pasarela 080 Barcelona / Fuente: huffingtonpost |
El pasado 10 de diciembre Mango anunciaba el futuro lanzamiento de Violeta,
presentada como su nueva línea de moda joven de la talla 40 a la 52, e ilustrada
con la foto de espaldas de una modelo curvilínea enfundada en un ajustado
vestido de cóctel negro, que se alejaba bastante de los cánones de las
maniquíes utilizadas por la firma hasta la fecha.
En menos de 24 horas la polémica estaba servida y se lanzaba una campaña de recogida de firmas exigiendo la retirada de una colección. Según su promotora Arantxa
Calvera, "considerar la talla 40 como una talla grande es tener una visión
totalmente distorsionada de la realidad"; "anuncios como estos son
los que provocan miles de trastornos en todo el mundo de anorexia y
bulimia"; y concluía: "miles de jóvenes se van a sentir atacadas e
insultadas al ser consideradas tallas grandes". La iniciativa logró reunir 55.000 firmas, que
Calvera entregó a los responsables de la marca textil.
Ante el revuelo generado en las redes sociales y el eco de la polémica
en los medios de comunicación, Mango se vio obligada a emitir un comunicado
en el que justificaba el lanzamiento de la colección con el objetivo de "cubrir
una demanda existente en el mercado ofreciendo una colección de moda con una extensión
de tallas hasta la 52". La firma explicaba: "lo que diferencia a dicha línea es el cuidado de los
detalles técnicos patrón a patrón, talla a talla, así como la selección de
materiales y tejidos de las prendas, que han sido confeccionadas para ser más
confortables, cómodas, femeninas y actuales. La característica de esta línea es
la personalización de la colección adaptándola a un nuevo público objetivo,
habiendo trabajado en profundidad y con mucho esfuerzo el silueteado y el
patrón de cada talla".
Es cierto que Mango nunca etiquetó Violeta
como una línea de "tallas grandes" o "tallas especiales",
pero también es verdad la mayoría lo entendimos así cuando tuvimos noticia del
nuevo lanzamiento (recordemos que el Ministerio de Sanidad considera talla
especial a partir de la 48). Ahora bien, como mujer que entra dentro del perfil
curvilíneo al que se dirige esta colección, celebré la
iniciativa de esta marca que, cuando la prenda ajusta, suele nutrir buena parte
de mi ropero. "Al fin no me sentiré embutida en unos pantalones cuya
cadera y cintura se ajustan a mi talla, pero que mantienen el patronaje para
los muslos de una 40", pensé.
En mi opinión, la cuestión no es que se meta en un mismo paquete a una
mujer que utiliza la 40 o 42 con otras que visten la 46 o 50. El problema es que las
principales firmas textiles low cost,
las de mayor número de ventas, ignoran a una gran parte de la población al
limitar sus líneas de producción a la 42, con suerte a la 44. El problema es
que los patronajes de las tallas no se ajustan a las medidas reales de la
mujer y que dependiendo de la marca tu talla puede oscilar entre la 38 y la 42,
o entre la 44 y la 48 (¿alguien se acuerda del tan publicitado estudio antropométrico que luego quedó en nada?). El
problema es que hay mujeres que siguen interiorizando los mensajes lanzados por la
sociedad, medios de comunicación y firmas textiles; y permiten que su
autoestima dependa del número que marca la etiqueta de la prenda que llevan. A mí no me importa la talla, lo que me importa es tener acceso por igual a la ropa
y que ésta me quede bien. Sin que se discrimine a la que necesita una XS o a la
que tiene una XXL.
La colección
Dicho esto, pasemos a hablar de la colección. Una de las claves de la
propuesta está en el cuidado de modificar los patrones talla a talla -y no
según la escala matemática habitual aplicada a la producción en cadena-, la
selección de unos tejidos en los que prima el confort y en la apuesta por unos diseños adaptados
a las tendencias vigentes.
El resultado son 400 prendas y accesorios ideados para una mujer romántica y
femenina, práctica y moderna. La paleta de colores oscila entre la suavidad de
tonos naturales y color pastel, los azules y el efecto rompedor del color
block, el animal print y el estampado floral. Los tejidos suaves y vaporosos se
adaptan al cuerpo según la ocasión, desde el oversize a las siluetas más
ajustadas. La propuesta se completa con una línea propia de calzado, bolsos,
bisutería y accesorios.
De momento, las prendas sólo se pueden adquirir vía online o en las tiendas propias abiertas
el pasado 17 de enero en Sevilla, Marbella, Santiago y Barcelona, aunque la
firma espera tener 100 establecimientos operativos antes de final de año.
Más allá de la polémica de las tallas, y tras adquirir algunos
productos de la nueva línea, sí hay algunas críticas que hacer a Mango. En
primer lugar, el precio, que en algunas prendas es bastante superior a la media
del resto de colecciones de la marca. Es el caso, por ejemplo, de los vestidos,
el calzado, las prendas de punto y de abrigo.
En segundo lugar, la atención al
cliente en la venta online. Si
adquieres el producto por Internet, sólo puedes devolverlo o cambiarlo en una
tienda propia de Violeta by Mango o por correo postal (lo mismo ocurre con
Mango Kids). Teniendo en cuenta la escasez de establecimientos físicos, podrían
permitir las devoluciones en las tiendas de Mango, ya que al fin y al cabo son
la misma empresa. Por último, la firma liderada por Isak Andic debería tomar
nota de los cambios de patronaje de Violeta y aplicarlo al resto de sus
colecciones. Cuál fue mi sorpresa cuando adquirí unos vaqueros slim de Violeta by
Mango en la misma talla que los que compro en Mango (a secas) y comprobé que me
estaban un poco "anchos".
mrg
* Imágenes del cátalogo Violeta by Mango
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