He de deciros que tenía mis reticencias respecto a
este post. No soy una entusiasta del Día de San Valentín. En
realidad no soy fan de ningún "día de". No entiendo su razón de ser y
mucho menos cómo maravilla a muchos de quienes me rodean. Pero tranquilos, no
os voy a soltar el típico discurso de que es todo una estratagema comercial o
ese de que el amor hay que celebrarlo y demostrarlo en el día a día, ni tampoco
defenderé posturas radicales parafraseando al Dr. Sheldon Copper.
Fuente: shutterstock |
Así pues, tras una breve reflexión, llegué a la conclusión de que el hecho de que yo no celebre San Valentín no es motivo para eliminar este "acontecimiento" de los contenidos del blog, ya que creo que muchos de vosotros, al menos así me lo habéis hecho saber por el correo de la página de Facebook, sí consideráis el 14 de febrero como una fecha especial del calendario.
Por ello, y con el fin de reducir el gasto pecuniario
de esta fecha y restarle así su componente comercial, os propongo varias ideas
para dar un toque original a el Día de los Enamorados a coste prácticamente cero.
Fuente: Lou Brown Designs |
Díselo con
cupones
Una de las ideas que más me gustan y que sólo
requiere un poco de imaginación es obsequiar a vuestro amado o amada con una
selección de cupones o vales de regalo que pueden ser canjeados por distintas
actividades en pareja: un masaje, llevar el desayuno a la cama, cena para dos
en casa, un paseo por el parque y así un largo etcétera. Hay tiendas de regalos
que venden los paquetes de cupones con actividades estándar, pero el detalle
tendrá un mayor significado si lo realiza uno mismo y está personalizado según
los gustos y deseos de la pareja. Sólo es necesario un programa procesador de
texto y una impresora. Los cupones se pueden grapar o encuadernar con un lazo o
una cuerda para completar el toque handmade.
Y si queréis superaros, basta con incluir entre los cupones canjeables esas actividades
a las que normalmente uno se muestra reticente -una visita a un museo, ir de
compras, ver un partido de fútbol, hacer senderismo- para demostrarle a la
pareja cuán grande es vuestro amor.
Fuente: etsy |
Hazlo tú mismo
Otra opción que sigue la estela del do it yourself es regalar algo hecho a
mano. Eso sí, esta alternativa sólo es apta para los mañosos y las
mañosas, ya que de lo contrario el gesto romántico puede acabar en desastre,
como en aquel capítulo de Friends en el que Mónica le regala a
Chandler un conejito hecho con un calcetín. Por ejemplo, en lugar de comprar un ramo de flores,
puedes hacer tú mismo un ramo perenne con tela o con lana. Es fácil de hacer y
sólo se precisa de unas ramas que se pueden recoger en un jardín o en un parque
del barrio, restos de lana o de telas que podemos encontrar en casa o
recolectar entre amigos, y una esmerada presentación. Se hacen unos pompones con
la lana, se pegan en la punta de las ramas, se anudan con un lazo y tenemos un
ramo que nunca se marchitará. También podéis serviros de las nuevas
tecnologías para hacer una selección musical personalizada o un montaje de fotos.
Cena para
dos
Otra de las propuestas más socorridas es preparar
una cena casera. Si al hombre se le conquista por estómago, a la mujer también.
Y es que los regalos en los que uno pone su tiempo y dedicación son casi siempre
más apreciados y valorados que los obsequios materiales. Un menú especial, ambientar la
estancia para la ocasión y desconectar del resto del mundo en un espacio íntimo
es, quizás, la mejor celebración del amor que se compartir.
Fuente: weheartit |
Y no olvides
la tarjeta
Fueron las tarjetas las que iniciaron la tradición
de San Valentín en los países anglosajones para posteriormente expandirse por
el resto del mundo. Es más, las tarjetas componen junto a las flores y los
bombones la triada perfecta del Día de San Valentín, según algunos. De nuevo, y para
armonizar con el resto de propuestas de este post, os animo a que vuestra
tarjeta sea de elaboración propia. Una imagen evocadora, unos versos de amor o un mensaje en clave que sólo el otro puede descifrar harán que vuestros sentimientos cobren vida sobre el papel para perdurar con el paso de los años.
Juntas o por separado, espero que estas cuatro ideas os inspiren para crear una celebración alternativa y diferente que pase a formar parte de vuestros recuerdos en pareja más preciados. ¡Viva el amor!
mrg
¡Grandes ideas! Gracias por acordarte de quienes sí celebramos San Valentín. Judith.
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