Todo
empezó en 2005, en Houston, Texas. Allí, Magda Sayeg, tejedora autodidacta y promotora del movimiento
artístico "Knitta, Please",
empezó a cubrir elementos del mobiliario urbano con coloridas piezas de
ganchillo y de punto con el objetivo de que el arte callejero fuese más cálido
y llamar la atención sobre la impersonalidad del paisaje urbano. Sus acciones
pronto tuvieron eco en otras ciudades y actualmente el conocido como "Urban Knitting" (ganchillo
urbano) o "yarnbombing"
(bombardeo de ovillos) se ha expandido por todos los rincones del globo
decorando a su paso bancos, farolas, árboles, esculturas y pavimentos, entre otros objetos.
Intervención de Urban Knitting Zaragoza / Fuente: urbanknittingzaragoza |
A España el movimiento llegó hace un par de años,
cuando surgieron los primeros grupos de Urban Knitting con las ciudades de Valencia, Zaragoza y Bilbao como principales referentes. Poco a poco, la iniciativa se
está extendiendo por todo el territorio nacional gracias, en parte, a la
alianza de las nuevas tecnologías que facilitan el contacto entre las personas
interesadas en la práctica del punto a la vez que sirven de guía formativa para
los principiantes en la materia. "En nuestro caso, el punto es la excusa
para hacer intervenciones que ayuden a visibilizar proyectos sociales y dar una
nota distintiva al arte urbano", explica Alejandrina Urquízar, una de las
promotoras del grupo "Urban Knitting Córdoba, Tejiendo la red",
que celebró su primera quedada lanera el pasado diciembre. Desde aquel primer
encuentro están sumando seguidores y actividades. En Navidad hicieron regalos para las niñas
de un centro de acogida y estos días están inmersos en los preparativos de los
actos conmemorativos del 8 de marzo, Día de la Mujer, en el que los grannies serán protagonistas.
El carácter colectivo y colaborativo es uno de los distintivos de esta práctica. Montse Palacián es la fundadora
de Urban Knitting Zaragoza, uno de los grupos de knitting más activos: "La proliferación de grupos como el nuestro es la causa de que el punto haya vuelto con tanta fuerza y siempre que nos
han pedido colaborar en algún proyecto hemos estado ahí. La
sensación de grupo es un elemento muy importante y en nuestras reuniones hemos
creado un ambiente en el que se está muy a gusto, donde compartimos
experiencias y conocimientos.". Otro atractivo de estos grupos es que no es necesario ser un tejedor experto
para sumarse a la iniciativa. "Hay gente que ha aprendido desde cero con nosotros",
indica Montse Palacián.
El "revival"
de las agujas
Hay quienes observan en esta vuelta al punto un
efecto directo de la crisis económica, que ha obligado a retomar una práctica
considerada en peligro de extinción ante la dificultad de hacer frente al pago
de prendas manufacturadas. Sus practicantes niegan esta premisa con rotundidad. "Yo
no creo que sea por la crisis. Para la generación de nuestras madres el punto era algo obligatorio
y a mucha gente de mi generación le parecía algo desfasado, de abuelas. Sin embargo,
los jóvenes han descubierto que se puede hacer punto por simple placer, que se
pueden hacer millones de cosas y además es divertido", añade Montse
Palacián.
Fuente: bellezapura.com |
Por su parte, Alejandrina Urquízar sí observa un
efecto de la crisis en el auge del knitting. "La gente necesita sentirse acompañada y útil, aunque ante
todo defendemos el placer de hacer cosas manuales y de contribuir a nuestro
entorno".
Sea como fuere, las agujas han salido del armario y
la que antes era una labor que se vivía en privado es reivindicada ahora en público
bajo una máxima común: hacer calceta es cool.
Como ocurre con muchas modas, las celebrities han aportado su granito de
arena a esta nueva tendencia. Las instantáneas de Julia Roberts o Sarah Jessica
Parker haciendo punto en el descanso de los rodajes o comprando materiales en
las mercerías, y el éxito de el libro "El club de los viernes"
de Kate Jacobs, que en futuro se convertirá en película producida por la
mencionada Roberts, han contribuido a la reivindicación de esta práctica milenaria, que incluso
cuenta con la celebración del Día Mundial de Tejer en Público durante el mes de junio y con una
organización de Tejedores sin Fronteras.
Una vuelta a las labores que adquiere una nueva
connotación, entroncando con el furor por el do it yourself (hazlo tú mismo) y con el movimiento slow
para responder a la vorágine e inmediatez del siglo XXI con un cambio en
las formas de ocio y en el estilo de vida que apuesta por lo natural, lo manual
y el valor de la comunidad.
Mujer haciendo punto. Meraud Guevara (1930) |
Punto para
principiantes
La mayoría de las iniciadas en el knitting aprendieron
las técnicas de sus mayores, pero son muchas las jóvenes y no tan jóvenes que
estos días se acercan al punto por primera vez. Y sí, hablamos en femenino
porque, aunque poco a poco los chicos se animan a hacer cadenetas y punto bobo,
las mujeres son mayoría en esta actividad.
Para los principiantes, Internet se ha convertido
en la principal fuente de información y formación para iniciarse en el punto.
En YouTube hay millones de vídeos que enseñan las diferentes técnicas,
desde cómo montar los puntos a cómo hacer los grannies. Las páginas web de venta de material, entre las que
destacan We are knitters o KnittingPoint, también
cuentan con tutoriales entre sus recursos y hay miles de webs y blogs especializados que
explican cómo realizar las diferentes labores. Además, la demanda de formación ha
contribuido a que proliferen en las ciudades los cursos de punto impartidos, entre
otros, por miembros de los grupos de Urban
Knitting. Contactar con estos grupos es un primer paso para iniciarse en el
aprendizaje, aunque también se puede acudir a la mercería del barrio, ya que
muchos de estos establecimientos ofrecen clases adaptadas a diferentes niveles de
dificultad, reuniendo a jóvenes y mayores para demostrar que el tejer no tiene
edad.
Direcciones
de interés: Guía para tejer bien, Espacio Crochet, Urban Knitting Zaragoza, Urban Knitting Bilbao,
Urban Knitting Valencia,
Urban Knitting Córdoba,
laconnection, Tejedores sin Fronteras, We Are Knitters, Knittingpoint y Téjeme.
mrg
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