/ mrg |
Cuando hace unos años mi amiga Alicia compró un piso de tres
habitaciones, decidió que reservaría una de las estancias para hacer realidad el
sueño de muchas de sus amigas (y también de algunos amigos): crear un enorme
vestidor. Un espacio donde tener al alcance todo su vestuario, que eliminara de
sus obligaciones las tediosas sesiones de cambio de armario y le evitara el agobio de no localizar una prenda
concreta.
Alicia ha sido la inspiración para este artículo,
aunque, como pronto descubriréis, este artículo no está precisamente dirigido a
ella ni a quienes, como ella, cuentan con un enorme vestidor en sus vidas. Este
post está dedicado al resto de los mortales, los que repartimos nuestra ropa
entre minúsculos armarios, cómodas a rebosar, "bolsas ahorra espacio"
y cajas con ruedas camufladas estratégicamente bajo la cama.
La falta de espacio para la ropa suele derivar en
un problema de organización del armario y juntos representan una
combinación letal a la hora de sacar rendimiento a nuestras prendas y
planificar de forma lógica y eficiente la compra de ropa nueva. Repetir con
frecuencia la frase "tengo mucha ropa pero siempre me pongo lo
mismo", o comprar prendas repetidas -ay, ese cajón lleno de
camisetas básicas blancas y negras-; son un claro reflejo del problema del que
estamos hablando. Y la respuesta a ese problema es el armario virtual.
Yo puse en marcha esta experiencia hace cinco
veranos. Cansada de revisar todas las cajas de zapatos cada vez que quería
localizar unas sandalias, cogí mi cámara de fotos y fotografié cada uno de los
pares. Imprimí las fotos en papel y pegué cada instantánea en la correspondiente
caja. Paralelamente, creé una carpeta en mi ordenador con todas las imágenes para así tener
una visión general de mi calzado y evitar compras innecesarias.
Con un poco de paciencia continué la operación
con el resto de mi guardarropa hasta completar mi armario virtual
clasificado por épocas del año, tipo de prenda, estilo, usos, colores y
localización. Al poco tiempo comprobé que esta herramienta me había ayudado a
planificar mejor mis compras, evitando gastos innecesarios; a crear un buen
fondo de armario y a aportar una mayor variedad a mi vestuario, desterrando
para siempre el uniforme diario.
En su momento opté por crear el armario virtual de forma rudimentaria creando de carpetas en mi ordenador, pero
hoy día existen programas informáticos que optimizan el resultado y otorgan
un toque profesional a esta tarea doméstica. Uno de los más recomendados es HomyFads Clothing Organizer,
que se descarga en el ordenador y funciona como una base de datos en la que se
puede almacenar las imágenes de las prendas, definir sus propiedades y efectuar
búsquedas instantáneas a partir de las etiquetas predefinidas por el propio
usuario.
Otra posibilidad son los armarios online, como Closet Couture, que permite subir las fotos de tu ropa y también de la
que te gustaría comprar, probarla sobre un maniquí virtual y crear diferentes
combinaciones y conjuntos. En la misma línea funciona el armario virtual de la revista Marie Claire, formato pionero en España, que además ofrece
la opción de pedir y ofrecer consejos sobre moda.
Y si lo que se quiere es llevar el
armario a todas partes, la solución está en las aplicaciones para smartphone.
Un recurso especialmente útil cuando se sale de compras.
Los usuarios de Apple tienen a su
disposición Touch Closet, que
funciona como un armario online, y Pocket Closet, más parecido a un software para ordenador y con el que puedes compartir tus imágenes y estilismos con tus amigos mediante correo electrónico.
Para Android, las opciones más populares (y gratuitas) son Personal Closet Lite y ClosetVirtual,
de características muy similares a los anteriores programas. Por último, cabe
destacar Dressapp, disponible en ambas
plataformas y que se distingue tanto por su funcionalidad como por el diseño de
su interfaz.
Con todos los recursos a nuestra
disposición ya sólo queda coger la cámara, armarse de un poco de paciencia y
empezar a clasificar. El ahorro de tiempo y, si se quiere, de dinero está
garantizado.
mrg
Me enorgullece haberte servido de "inspiración".
ResponderEliminarLa única "pega" de tener un vestidor grande es que crees que el espacio es infinito y sigues y sigues y sigues comprando ropa... ;-)